La infertilidad es un problema común que afecta a una de cada seis parejas.

Se sospecha en una pareja que ha tenido relaciones sexuales sin protección durante un año o más, sin lograr concebir un embarazo.

La prevalencia de la infertilidad va en aumento con el devenir de los años, y puede deberse a la postergación del momento en el que se decide tener hijos, alteraciones en la calidad del semen debido a hábitos como el tabaquismo y el alcohol y cambios en la conducta sexual de la pareja.

La edad de la mujer es uno de los factores más importantes a evaluar una pareja con problemas de fertilidad.

La declinación de la fertilidad femenina comienza a los 30 años de edad y se hace más pronunciada a los 40.

El estudio de la pareja infértil siempre se ha enfocado considerando diferentes factores: el ovulatorio (20% de las parejas), el útero-tubárico-peritoneal (30% de las parejas) y el masculino (30% de las parejas).

Cerca de 40% de todas las parejas infértiles presentan una combinación de factores.

El tratamiento varía según la causa que se determine y puede ser sencillo como mejorar la ovulación y la calidad de los espematozoides como requerir métodos de fertilización asistida.