Aborto se define como la interrupción de un embarazo menor de 20-22 semanas o la pérdida de un embrión o de un feto que pesa menos de 500 gramos. Es muy frecuente y alcanza una incidencia entre 40-50%. A veces se produce tan tempranamente que puede confundirse con el periodo menstrual.
Se denomina pérdida recurrente del embarazo a la ocurrencia de dos o más abortos espontáneos. Se clasifica como primaria si la paciente nunca ha tenido un fruto viable, o secundaria si la madre ha tenido un bebé antes. Las causas pueden variar. El 50% de los casos de aborto recurrente son de origen desconocido, o sea no tienen razón comprobable.
Existen enfermedades relacionadas con pérdidas recurrentes del embarazo, entre estas están:
- Síndrome de Anticuerpos antifosfolípidos (SAAF) – la madre crea anticuerpos contra la placenta, produciendo muerte del embrión.
- Lupus eritematoso sistémico
- Fase lutea deficiente – no se produce la cantidad adecuada de progesterona para soportar el embarazo, provocando aborto.
- Incompetencia cervical – hay perdidas de embarazos durante el segundo trimestre (del 4to al 6to mes). El peso del feto abre el cuello de la matriz provocando el aborto.
Si usted ha tenido uno o más abortos, debe ser sometida a varias pruebas diagnósticas para descartar que esté cursando con alguna de estas patologías. Todas tienen tratamiento y en todas se puede lograr llevar un embarazo a termino sin mayor complicación.