El uso de la copa menstrual: beneficios, mitos y una mirada más cercana a  nuestro cuerpo 

Desde hace algunos años, la copa menstrual ha ido ganando popularidad como una  alternativa sustentable y saludable a los productos de higiene tradicionales. Pero a pesar  de sus beneficios, muchas mujeres aún sienten dudas, vergüenza o simplemente  desconocen cómo funciona realmente. 

Como ginecóloga, pero también como mujer, he visto cómo hablar de estos temas en  confianza nos permite abrir puertas: al autoconocimiento, al bienestar y a conversaciones  importantes con nuestras madres, hijas, amigas o parejas. 

¿Qué es la copa menstrual y por qué tantas mujeres la están eligiendo? 

La copa menstrual es un pequeño recipiente de silicona médica que se inserta en la vagina  durante la menstruación para recolectar el flujo. A diferencia de las toallas sanitarias o los  tampones, no absorbe el flujo, sino que lo contiene, lo cual permite que la flora vaginal se  mantenga más equilibrada y reduce la resequedad. 

Una de las grandes ventajas es que puede durar hasta 10 años si se cuida  adecuadamente, lo cual no solo representa un ahorro económico, sino que también es  una excelente elección para el medio ambiente. 

Beneficios del uso de la copa menstrual 

  • Es reutilizable, lo que reduce el impacto ambiental. 
  • Puede usarse hasta 8-12 horas seguidas. 
  • No contiene fragancias, químicos ni blanqueadores. 
  • Favorece el conocimiento de nuestro cuerpo y nuestro ciclo. 
  • Permite una mayor libertad de movimiento. 

Pero como todo, también hay mitos que debemos cuestionar. 

Mitos comunes sobre la copa menstrual 

 “Es difícil de usar” 

Al principio puede parecerlo, pero como todo lo nuevo, es cuestión de práctica y  paciencia. La curva de aprendizaje varía, pero muchas mujeres se sienten cómodas tras  los primeros 2 o 3 ciclos.

 “No es para mujeres jóvenes o vírgenes” 

Este es uno de los mitos más extendidos. La copa no interfiere con la virginidad y existen  diferentes tamaños y modelos que se adaptan a todo tipo de cuerpos. 

 “No es higiénica” 

Todo lo contrario: al ser de silicona médica y al esterilizarse antes y después de cada ciclo,  es muy segura. Solo es cuestión de mantener una rutina de limpieza. 

 “Puede perderse dentro del cuerpo” 

Anatómicamente, es imposible que se pierda. La copa se coloca en la vagina, no llega al  útero ni a otras partes del cuerpo. En caso de que suba más de lo habitual, solo es  cuestión de relajarse y buscarla con calma. 

Consejos para iniciar con la copa menstrual 

  1. Infórmate antes de usarla. Mira videos, lee instrucciones, habla con otras  mujeres. 
  2. Prueba en casa, con calma. Elige un momento en el que estés tranquila, de  preferencia durante la ducha. 
  3. Practica diferentes posiciones. Sentada, de pie o en cuclillas. Encuentra la forma  más cómoda para ti. 
  4. Hazlo parte de tu rutina. No te desesperes si no lo logras al primer intento. 5. Comparte tu experiencia. Hablarlo con amigas o tu pareja puede ayudarte a  normalizarlo y acompañar a otras. 

Preguntas frecuentes sobre la copa menstrual 

  1. ¿Puedo usarla si nunca he tenido relaciones sexuales? 

Sí. Existen copas más pequeñas y suaves ideales para quienes están empezando. Es  importante relajarse y hacerlo con paciencia. 

  1. ¿Cómo sé qué tamaño elegir? 

Dependerá de si has tenido partos, tu edad y tu flujo. Muchas marcas ofrecen una guía  según estos factores. Si tienes dudas, puedes consultarlo en tu cita ginecológica. 

  1. ¿Puedo orinar o hacer del baño con la copa puesta? 

¡Sí! La copa va en la vagina, no afecta la uretra ni el ano. Puedes hacer tus necesidades sin  problema.

  1. ¿Es normal que tenga fugas al usarla? 

Puede suceder si no está bien colocada o si ya está llena. Asegúrate de que esté abierta  correctamente y vacíala cada 8 horas o antes, si tu flujo es abundante. 

  1. ¿Cómo la limpio en un baño público? 

Puedes vaciarla, limpiarla con papel higiénico o toallitas sin perfume y volver a colocarla.  Luego, al llegar a casa, la enjuagas bien con agua y la lavas. 

Una invitación a descubrirnos con curiosidad y sin juicio 

Hablar de la copa menstrual es hablar de autonomía, sostenibilidad y salud femenina.  Pero también es abrir espacios de confianza para preguntarnos qué tan conectadas  estamos con nuestros cuerpos y nuestros ciclos. 

A mí me ha encantado acompañar a pacientes que, tras decidir probarla, se sienten más  libres, seguras y en control. No se trata de imponer nada, sino de informarnos, probar,  cuestionar y decidir. 

Y si te surge la inquietud, si quieres hablarlo con tu hija, tu mamá o tu pareja, hazlo desde  la curiosidad y el respeto. Es una forma maravillosa de seguir tejiendo una salud femenina  más consciente y compartida. 

¿Te gustaría recibir más información, resolver tus dudas o saber si es para ti?  Agenda tu cita o contáctame. Estoy aquí para acompañarte.