¿Qué es la toxoplasmosis?

¿Qué es la toxoplasmosis?

La Toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito llamado Toxoplasma gondii Se trata de una de las infecciones más comunes a nivel mundial pero si afecta a la mujer durante el embarazo, la salud del bebé puede correr serios riesgos.

Se trata de una enfermedad asintomática y es bastante común que se pase la enfermedad sin darse cuenta. La infección activa sólo ocurre una vez en la vida y, a partir de ese momento, se generan anticuerpos que nos vuelven inmunes a una nueva infección.

La infección por toxoplasmosis se da al comer carne cruda o poco hecha, o al entrar en contacto con la materia fecal de los gatos.

¿Qué síntomas presenta la toxoplasmosis?

La toxoplasmosis puede provocar síntomas parecidos a los de la influenza en algunos individuos, pero la mayoría de las personas infectadas no presentan signos ni síntomas. En los bebés nacidos de madres infectadas y las personas con el sistema inmunitario debilitado, la toxoplasmosis puede provocar complicaciones graves.

Si tienes un buen estado de salud general, no eres una mujer embarazada y se te diagnosticó toxoplasmosis, es probable que no necesites más que el tratamiento conservador. Si estás embarazada o tienes el sistema inmunitario debilitado, es posible que necesites un tratamiento médico para evitar complicaciones graves. Sin embargo, el mejor enfoque es la prevención.

¿Qué tratamiento tiene la toxoplasmosis?

Cuando el paciente no presenta síntomas visibles, no es necesario aplicarle un tratamiento porque suelen desaparecer al cabo de unas semanas sin complicaciones. Si hay afectación ocular o coriorretinitis se suministran antibióticos durante varias semanas.

A los niños recién nacidos con toxoplasmosis se les administra un tratamiento distinto. Es habitual el uso de pirimetamina (un antimalárico sintético), ácido folínico, antibióticos y corticoides cuando son sintomáticos. Si no lo son, se les administra un tratamiento parecido pero suprimiendo alguno de los fármacos y reduciendo el tiempo de administración.

Los pacientes con sistemas inmunodeprimidos necesitan ser hospitalizados y estar bajo supervisión médica, porque la infección puede extenderse al resto del cuerpo teniendo graves consecuencias para el afectado. Se mantiene una pauta de profilaxis secundaria con los mismos antibióticos pero la mitad de la dosis, hasta que se recupera el sistema inmunológico. Es probable que tenga que continuar con los medicamentos para evitar que se reactive la patología.

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