¿Sabes cómo prevenir una infección de vías urinarias?

¿Sabes cómo prevenir una infección de vías urinarias?

Una infección urinaria es una infección de cualquier parte de las vías urinarias (riñones, uréteres, vejiga o uretra).
Las vías urinarias comprenden los órganos que producen, recogen, almacenan y eliminan la orina del cuerpo.

Estos órganos del sistema urinario son:
• Los riñones: son «el filtro del cuerpo» y son los encargados de recoger materiales de desecho y agua adicional de la sangre para producir orina.
• Los uréteres: los uréteres son los conductos que llevan la orina de los riñones a la vejiga urinaria.
• La vejiga: almacena la orina y la elimina cuando está llena.
• La uretra: es la última porción de las vías urinarias y a través de ella se elimina la orina desde la vejiga hacia el exterior.
Las diferencias anatómicas entre las estructuras urinarias en el hombre y la mujer (sobre todo la longitud de la uretra) explican en gran medida la razón de que la mujer tiene 5 veces más riesgo de tener infección de vías urinarias que el hombre.

¿Que causa las Infecciones Urinarias?

Generalmente cuando una bacteria logra entrar a las vías urinarias, el cuerpo las elimina sin que se presenten síntomas. Sin embargo, algunas circunstancias especiales como las mujeres (siendo más propensas a infecciones si se encuentran embarazadas) y las personas de mayor edad, son propensas a estas infecciones.

Se produce infección cuando las bacterias de tu piel, vagina o recto entran en tu uretra y se desplazan hacia arriba. A menudo las bacterias se detienen en la vejiga y se multiplican allí, causando una inflamación y los típicos síntomas de la cistitis descritos arriba.

Pero las bacterias también pueden desplazarse desde tu vejiga, a través de los uréteres, hasta uno de tus riñones o los dos, causando una infección allí. Una infección en los riñones, también llamada pielonefritis, es la complicación médica grave más común durante el embarazo. Esta infección puede extenderse a tu corriente sanguínea y poner tu vida en peligro.

Si estás embarazada, una infección en los riñones también puede tener consecuencias graves para tu bebé. Aumenta el riesgo de que tengas un parto prematuro o un bebé que nazca con bajo peso, y se ha asociado con un mayor riesgo de muerte fetal o muerte al nacimiento.

También puedes tener bacterias en tus vías urinarias y no presentar ningún síntoma. Esto se conoce como bacteriuria asintomática. Cuando no estás embarazada, esta condición generalmente no causa problemas y a menudo desaparece por sí sola.

Durante el embarazo, sin embargo, si no se trata la bacteriuria asintomática puede aumentar tu riesgo de desarrollar infección en los riñones. También se asocia con parto prematuro y bajo peso al nacer. Ésta es una de las razones por las que siempre que vas a tu visita prenatal te hacen un análisis de orina.

En conclusión, el embarazo aumenta el riesgo de desarrollar bacteriuria asintomática y ello te confiere un mayor riesgo de desarrollar secundariamente una pielonefritis (infección en los riñones).

Ésta es la razón: Durante el embarazo, el alto nivel de la hormona progesterona relaja el tono muscular de los uréteres (los tubos que comunican los riñones y la vejiga), y esto los dilata y hace más lento el flujo de la orina. Además, el útero, que cada vez está más grande, puede comprimir los uréteres lo cual dificulta el paso de la orina.

Tu vejiga también pierde tono muscular durante el embarazo. Resulta más difícil vaciarla por completo cuando orinas y se vuelve más propensa al reflujo vesicoureteral, una condición en la que parte de la orina vuelve a subir por los uréteres hacia los riñones.
El resultado de todos estos cambios es que la orina tarda más tiempo en atravesar las vías urinarias, y esto da más oportunidad a que las bacterias se multipliquen y también facilita la ascensión de la orina hacia los riñones. Además, durante el embarazo tu orina es menos ácida y es más propensa a contener glucosa, y ambas cosas aumentan el potencial de crecimiento de las bacterias.

¿Qué sucede si tengo bacteriuria asintomática durante el embarazo?

La bacteriuria asintomática se ha asociado con parto prematuro y bajo peso al nacer. Y, si no se trata, tienes un 40 por ciento de posibilidades de desarrollar una infección en los riñones. Sin embargo, con el tratamiento adecuado tu riesgo se reduce dramáticamente, a entre el 1 y el 4 por ciento.

Para saber si tienes bacterias en tus vías urinarias, tu doctor analizará una muestra de tu orina en tu primera visita prenatal, tanto si tienes síntomas como si no los tienes. Si esta muestra de orina no muestra datos de infección, tus posibilidades de desarrollarla después son pequeñas.

Si tu análisis da positivo, te tratarán con antibióticos por vía oral que son seguros durante el embarazo. Tomar la dosis completa de antibióticos, que generalmente durará entre 1 y 10 días de tratamiento, debería curar la infección.

Al finalizar el tratamiento te harán otro análisis de orina para asegurarse de que ya no hay infección. Si no se ha curado, te tratarán con un antibiótico diferente. Deberían repetir los análisis de orina a intervalos regulares durante tu embarazo para asegurarse de que no tienes otra infección. Si la bacteriuria recurre, te tratarán de nuevo y probablemente te recetarán una dosis baja y continua de antibióticos durante el resto del embarazo para prevenir la recurrencia.

¿Cuándo consultar al médico?

1) Los síntomas de una infección en la vejiga o cistitis varían en cada mujer. Los más comunes incluyen:
• Dolor, incomodidad o ardor al orinar y posiblemente durante las relaciones sexuales.
• Molestia pélvica o dolor en la parte inferior del vientre (generalmente justo arriba del pubis).
• Necesidad frecuente o incontrolable de orinar, incluso cuando hay muy poca orina en la vejiga.
• También puedes notar que tu orina huele mal o está turbia. Y quizás notes que tiene sangre.
• Puedes tener unas décimas de fiebre, pero lo más común es que tu temperatura siga siendo normal.

2) Si muestras señales de una posible infección en los riñones, debes buscar atención médica inmediatamente. Los síntomas pueden presentarse de manera paulatina e insidiosa o pueden aparecer de forma repentina e incluyen:
• Fiebre alta (de más de 38 grados centígrados) (a menudo con temblores, escalofríos o sudores).
• Dolor en la parte baja de la espalda o en el costado bajo tus costillas, en uno o ambos lados, o posiblemente en el abdomen.
• Náuseas y vómitos.
• También puedes notar sangre o pus es tu orina y los síntomas de la cistitis.

¿Qué hacer para prevenir las Infecciones de Vías Urinarias?

1) Beber líquidos

Como primera medida preventiva, es aconsejable beber una gran cantidad de líquidos. El chorro de la orina empuja muchas bacterias fuera del cuerpo y las defensas naturales eliminan el resto. En muchos casos de infección urinaria el tomar muchos líquidos puede ser la única medida necesaria.

2) Higiene femenina

Los sprays higiénicos y desodorantes femeninos son normalmente innecesarios; a veces, incluso resultan perjudiciales. Si se utiliza un spray para la higiene vaginal, no hay que dirigirlo nunca hacia el interior de la vagina, ya que puede irritar el tejido vaginal. Si, de todos modos, la piel de la vulva comienza a enrojecerse o a irritarse, hay que dejar de usarlo porque puede deberse a una reacción alérgica a algún componente del producto.

La higiene de la zona genital ha de realizarse empleando agua y un jabón suave una vez al día, para prevenir, entre otras cosas, la aparición de infecciones urinarias. La vagina se limpia por sí misma: sus paredes producen un fluido que arrastra las células muertas y otros microorganismos al exterior.

Este fluido es algo viscoso y produce un olor que no resulta desagradable. Su producción aumenta coincidiendo con la ovulación y durante la excitación sexual. Si una mujer presenta un fluido vaginal de diferente color al habitual o de olor muy fuerte, probablemente sufra una infección vaginal y deberá consultar con el médico.

Las duchas vaginales son generalmente poco aconsejables, porque arrastran el «tapón» de moco que protege la entrada del cuello del útero de microorganismos infecciosos.

Las bacterias y gérmenes que causan la infección vaginal tienden a desarrollarse en condiciones de calor y humedad. Por esta razón es recomendable utilizar ropa interior de algodón poco ajustadas (las de naylon provocan humedad y calor en el área genital). Por último, la higiene anal ha de hacerse siempre hacia atrás para evitar contaminar la zona vaginal con bacterias procedentes del intestino.

3) Hábitos de micción

Orina con frecuencia y apenas sientas ganas. Las bacterias pueden crecer cuando la orina permanece en la vejiga demasiado tiempo.
¡Una bacteria que logra entrar a las vías urinarias puede multiplicarse de manera exponencial cada 20 a 30 minutos!
Orina justo después de tener relaciones sexuales para expulsar las bacterias que puedan haber entrado por la uretra durante el acto sexual.

Después de ir al baño, límpiate siempre de adelante hacia atrás. Este paso es de suma importancia luego de una evacuación intestinal, para evitar que entren bacterias a la uretra.

4) Ropa

Usa ropa interior de algodón y prendas holgadas para que el aire pueda mantener seca la zona alrededor de la uretra. Evita la ropa interior de nylon y los pantalones muy apretados que atrapan la humedad y ayudan a las bacterias a crecer.

5) Anticonceptivos

En las mujeres, el uso de un diafragma o espermicida como método anticonceptivo puede causar las infecciones de las vías urinarias al aumentar el crecimiento de bacterias. Si tienes problemas con las infecciones de las vías urinarias, trata de cambiar a un nuevo método anticonceptivo. Los condones sin lubricante, o los condones con espermicida aumentan la irritación, lo cual puede favorecer el crecimiento de las bacterias. Considera la posibilidad de cambiar a condones lubricados que no tengan espermicida o usa un lubricante sin espermicida.

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