Entre el 15 y 35 por ciento de los casos de dolor pélvico se deben a afecciones ginecológicas. El término crónico se refiere al tiempo de evolución que se ha padecido el dolor, se considera crónico cuando el dolor tiene 6 meses o más de aparecido. Puede ser intermitente o continuo. Relacionado con el ciclo menstrual o no relacionado con este. Entre las causas más frecuentes están: las infecciones vaginales mal tratadas, las masas o quistes ováricos, el síndrome premenstrual y la endecometriosis. Todas estas patologías pueden ser tratadas cuando se realiza un diagnóstico adecua.
Las infecciones vaginales (tacto genital externo) que no reciben tratamiento oportuno, pueden ser el factur desencadenante de infecciones ginecológicas de órganos interno (útero o matriz, trompas de Falopio, ovarios.) Esto es delicado, no solo por síntomas que provoca, sino porque afecta negativamente la fertilidad de la mujer creando inflamación, adherencias y fibrosis imposibilitando concebir un embarazo.
La endometriosis es una enfermedad en la cual el tejido llamado endometrio, que normalmente se encuentra solamente dentro del útero, se implanta en órganos abdominales como ovarios, trompas de Falopio, vejiga, intestinos o en el peritoneo (recubrimiento de toda la cavidad abdominal). Este tejido es sensible a los cambios hormonales que sufrimos mes a mes y en el momento de aparecer la menstruación, este tejido sangra provocando fuertes dolores agdomino-pélvicos.
El tratamiento depende de la causa del dolor y puede ser tan sencillo como una dieta o tan complejo que requiera algún tipo de operación quirúrgica.